Maria Asucena Arroyo

Con profunda tristeza anunciamos el fallecimiento de Maria Asucena Arredondo Perez de Arroyo, quien nos dejó el 12 de junio de 2024, a la edad de 58 años. La vida de Asucena fue un testimonio de amor, fortaleza y fe inquebrantable.

Asucena nació el 20 de febrero de 1966, hija de Artemio Arredondo y Adela Perez en La Labor, Guanajuato, México. Desde muy joven, mostró un espíritu vibrante y una profunda conexión con su herencia. Como adolescente, Asucena fue coronada Reina del Día de la Revolución Mexicana, siguiendo los pasos de su querida madre, un momento que llenó de inmenso orgullo a su familia. Al siguiente año fue nombrada la Reina y Representante de los Ejidatarios de La Labor de Valtierra en las Fiestas de la Primavera de Salamanca, Guanajuato.

Asucena fue una mujer de muchos talentos. En los 80s fue instructora de clases de Primeros Auxilios y Corte y Confección en la Sala de Cultura de La Labor de Valtierra. Esta experiencia la llevo a diseñar y crear el vestido de quinceañera de su hermana Edith. Asucena también se graduó y obtuvo su diploma y certificación de la Escuela de Cosmetología en Salamanca, Gto. Asucena también fue una excelente cocinera que deleito a sus seres queridos y amigos con deliciosas comidas y su sazon personal. 

Asucena se casó con Antonio “Jesse” Arroyo en San Diego Quiriceo y celebraron 33 años de casados el 31 de diciembre del 2023. 

Su unión fue bendecida con dos maravillosos hijos, Jesus “Jesse” y Stephanie Arroyo. El orgullo de Asucena por sus hijos no tenía límites; nunca dudó en compartir sus éxitos con cualquiera que la escuchara. Ella dijo sentirse como un pavorreal cada vez que hablaba de su orgullo mas grande, sus hijos. Su fe y su familia eran los pilares de su vida, brindándole una inmensa alegría y satisfacción.

Asucena es sobrevivida por su devoto esposo, Antonio Arroyo; sus queridos hijos, Jesus y Stephanie Arroyo; sus amorosos padres, Artemio y Adela; sus hermanos, Leticia y su esposo Jeromino Armenta; Jose Antonio y su esposa Carmen Baeza; Irma y su esposo Raul Flores; Marta y su esposo Aurelio Gaspar; Edith y su esposo Don McClure; y Miguel y su esposa Jannet Diosdado; sobrinos y sobrinas. Asucena será recibida en el cielo por sus abuelos y su sobrino Tony y muchos tías y tíos. Todos los que la conocieron la recordarán con cariño por su amor por las reuniones familiares, su habilidad para contar historias y su contagioso sentido del humor y gran sonrisa. 

La presencia de Asucena trajo luz y risas a cada ocasión, y su habilidad para conectar con los demás a través de historias y chistes era incomparable. Tenía una capacidad notable para hacer de cualquier reunión una celebración, y su amor por una buena fiesta era bien conocido.

Su legado de amor, fe y dedicación continuará inspirando y guiando a su familia y amigos. La vida de Asucena fue un hermoso tapiz tejido con los hilos de la familia, la fe y la comunidad. Será profundamente extrañada, pero siempre recordada en los corazones de aquellos a quienes tocó.

Asucena, “Susy” una Esposa, Mama, Hija, Hermana, Tía, Madrina y Amiga de muchos, ha emprendido su última búsqueda del tesoro en la casa de Dios.